La desgracia de la Educación en México

Hoy que platicaba con una compañera de lo horrible que se ha vuelto el sistema educativo en México, vino al tema lo que se ve hoy día en el nivel Secundaria. Cuando yo cursé tercer año (que fue en el 2008) habían quitado por completo Historia para los de primer año, algo que nos pareció catastrófico a mí y a algunos compañeros. Recuerdo claramente que en primer año llevé las materias de Química y Biología, con Historia y Geografía; y hasta segundo año vi Física, continuando con la Historia, Biología y Química, pero quitándonos Geografía. Resulta ser que, cuando hablaba con esta compañera, me dijo que eso ya había cambiado y que ahora no se ve eso, sino que en primer año se ve Biología, en segundo Física y finalmente, en tercero, Química.

Cuando me declaró esto, y ahora que veo en la página oficial de la Secretaría de Educación Pública (SEP), me quiero morir de la vergüenza, impotencia y enojo. No puedo creer que de verdad la educación esté cambiando para mal, y sí, lo digo con esta desesperanza porque ahora hay más población y los niños están menos preparados (o de plano ni terminan el nivel medio superior). Entre más gente, menos oportunidades para poder entrar al nivel medio superior, que bien es, como todos saben, la UNAM la primera opción de varios padres y de los alumnos mismos, dejando marginadas las otras escuelas que tienen el mismo sistema, llámese el Colegio de Bachilleres, que para muchos son las escuelas menos queridas por tener la mala fama. 

¿Qué sucede una vez que presentan el examen COMIPEMS? Sufren porque no tienen las bases debidas para aprobar un examen de 120 preguntas, lo que vieron en primer año no lo recuerdan o no lo absorbieron bien. ¡Y afortunados ellos que de verdad se dedicaron y quedaron en la opción más deseada! ¡Y qué desafortunados para aquellos que se quedaron por simple casualidad!

¿Qué pueden decir esos padres de la UNAM? ¿Creen que de verdad porque su hijo se ha quedado ya significa que tiene todo para triunfar en la vida? Por supuesto que no. Si bien en la primaria tuvo problemas con las tablas de multiplicar y en la secundaria también, entonces ¿por qué ya sabrá multiplicar una vez pisando la UNAM? Esos problemas "sencillos" la gente lo va arrastrando y uno no puede garantizar que terminará siquiera la escuela media superior. 

Tuve el conocimiento de unos alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades que debían hasta los seis semestres (36 materias aprox.) y nadie los castigó ni castigará por ello, es más, les daban todas las oportunidades de "terminarlas" (extraordinarios, recursamientos, PAE, PAE último esfuerzo y no sé qué tanta jalada más), aunque ya no tendrían su pase reglamentado (pase bien conocido de la UNAM, la cual consta en que, una vez terminando tus estudios en los tres años correspondientes, dependiendo de tu promedio y la demanda, tenías la libertad de escoger la Facultad o Escuela que quisieras y así entrar). Esto me enfurecía totalmente porque esa clase de gente que se quedaba debiendo, eran alcohólicos y/o drogadictos. ¿De verdad le estamos dando esto al país?

Lo único que puedo decir acerca de la educación es que, a pesar de que el sistema no nos permita hacer cambios a estas abominaciones, al menos ustedes, padres de familia o simples lectores, tengan la iniciativa de fomentar el estudio a temprana edad a niños de la primaria para que no tengan que pasar por cosas asquerosas como lo son las adicciones. Recuerden también que si ustedes, siendo ahora padres, jamás tuvieron la dedicación de estudiar o leer, entonces la historia se repetirá n veces hasta que haya alguien de su sangre que rompa ese círculo vicioso. 

Si tanto le choca, enoja y disgusta que los convoquen a juntas para firmar boletas, que le dejen tarea al niño o que necesite de más tiempo para estudiar fuera de la escuela y casa, así requiera ir a una biblioteca o museo, ¿entonces para qué carajos tuvo un hijo, en primer lugar?

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

No existe el bien... ni el mal

From a lover to a friend

Gente idiota