Enseñanzas de alguien que está empezando

Cuando era más pequeña pensaba demasiado las cosas, a veces no las acababa, o las prometía pero no las hacía. Llámese por falta de motivación o inspiración, pero me pasaba muy a menudo y no solamente con proyectos personales, sino con la misma escuela también. Por eso he sido tan mala alumna en mis años de estudiante (que sigo siéndolo, ¿verdad?); y apenas me he dado cuenta que no es más que por falta de una buena organización.

Recuerdo escribir en el 2014, cuando la desesperanza se apoderaba de mi cuerpo, una ponencia que trataba sobre planear la vida a temprana edad. No recuerdo con claridad qué fue lo que escribí, pero lo que sí recuerdo son los gestos asustados de quienes me escucharon, pues dijeron mis compañeras que fueron a verme, que parecía enojada, pero no era así, sólo estaba entusiasmada. O eso era lo que yo creía.

He fracasado varias veces en mi vida. Desde reprobar materias hasta no poder alcanzar un lugar en la escuela más importante para mí. Fracaso tras fracaso, y aún hoy día lo he hecho pero sigo aquí porque tengo esperanza. 

Sin embargo, a pesar de todas las dolencias que he vivido y vivo a día de hoy, puedo afirmar que estoy feliz de haber cometido tales fatalidades porque cada caída que he sufrido, he logrado levantarme sin la ayuda de nadie. Y he llegado hasta donde estoy por ahora, porque no me he rendido. Asimismo, tampoco puedo hablar con mucha facilidad puesto que todavía no he llegado a la cima ni estoy cerca de, simplemente estoy en mi proceso de llegar por fin a una meta.

Así pues, si ustedes son lo suficientemente fuertes, podrán llegar adonde sea. 

El éxito se encuentra en empezar a hacerlo, en ser constante y trabajar todos los días en ello. Pero al decir que debes trabajarlo todos los días, no me refiero a que solamente lo hagas por cuatro horas y te bastes, sino en encerrarte todo un día en lo que más adoras ser y terminar hasta que estés cansado y ya no puedas pensar más. Sólo así puedes ir a la cama y pensar que has hecho un gran trabajo el día de hoy. Y es lo que he estado haciendo en estos meses.

Así tengas que renunciar a las salidas diarias con tus amigos, a la escuela o la Universidad, recuerda que debes hacerlo siempre y de eso vivirás por el resto de tu vida, si de verdad quieres. 

No te quedes pensando un día más en si lo harás o no, en que lo harás el mes próximo; deja de ponerte pretextos a ti mismo y empieza a hacerlo.

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