Colección de Creepypasta Traducidos Pt. 1
Teniendo el Halloween y el Día de Muertos a la puerta del mañana, les he traido a ustedes, queridos lectores espontáneos, ocasionales, que yacen aquí en el blog desesperanzado, una colección de creepypastas, originalmente en inglés, que empecé a coleccionar desde el 2007 o 2008, aproximadamente, mucho antes de que se volvieran en la cosa más popular en la red de habla hispana.
Según mi carpeta de imágenes, tengo 322 (¡suma 7!) elemetos y 29 traducidos (no crean que soy una completa bilingüe, seguramente tendré varios errores por allí, así que me disculpo antes de que digan algo).
Antes de empezar, para aquellos novatos en el internet, les tengo una definición propia de qué es un creepypasta:
La palabra creepypasta viene del inglés “creepy” (miedo, terror) y “paste” (pegar). Así que, en español sería “pegar terror/miedo”. Es relativo a la palabra copypasta que, obviamente, viene del copiar y pegar.
En la página www.4chan.org hay una sección llamada /x/ (Paranormal), donde lo único que se publica son copias de cuentos o experiencias propias anormales, de terror, es por eso mismo que a esto le llamo “colección”.
Estas historias fueron escritas de forma anónima, lo cual hace complicado poner nombre del autor, como debería hacerse con cada una de las obras que se muestran a continuación.
Dicho lo anterior puedo comenzar con mis historias. Tengan en cuenta que no me gustan las historias simples ni las más repetitivas (como ahora que está de moda Slenderman o Jeff the Killer), sino que trataré las obras más raras que puedan encontrar en la red.
No abras los ojos
En
el último día de cada mes, cierra las persianas o las cortinas antes de que
duermas. Si en la media noche escuchas que alguien toca por la ventana, no
abras los ojos.
Si
eres uno de los desafortunados, escucharás como si alguien tirara piedras a tu
ventana. No es un amigo; sólo mantén los ojos cerrados. El sonido se hará más
fuerte, tocarán cada vez más rápido y más rápido. No dejes que tu curiosidad te
gane, no te muevas. Perderá su paciencia, empezará a golpear furiosamente. Tu
ventana temblará y se estremecerá y los sonidos sólo se harán más fuertes.
Tocará y moverá el vidrio; no te preocupes, la ventana no se romperá, pero por
lo que más quieras, NO ABRAS LOS OJOS. No importa cuán asustado estés, no
importa cuánto quieras gritas, haz como si no escucharas, haz como si
estuvieras dormido.
Después
de un rato, los ruidos se detendrán. No caigas en eso, mantén los ojos
cerrados. Intenta dormir si puedes. No te levantes, ni abras los ojos hasta que
el Sol salga.
Aquellos
que abren los ojos… Bueno, realmente nadie sabe qué es lo que sucede.
La pesadilla
“Papi,
tuve una pesadilla”. Parpadeas y te levantas recargándote con los codos. Tu
reloj alumbra la hora, son las 3:23.
“¿Quieres
acostarte en la cama para que me lo cuentes?”
“No,
papi”
La
singularidad de la situación hace que despiertes. Apenas puedes ver el rostro
de tu hija en la oscuridad.
“¿Por
qué no, cariño?”
“Porque
en mi pesadilla, cuando te digo qué sueño, la cosa que porta la piel de mami se
sienta”. Por un momento te sientes paralizado, no puedes dejar de ver a tu
hija. Las sábanas empiezan a moverse.
El Tren y el Túnel
En
un pueblo rural de Wisconsin, hay un parque viejo y abandonado. Fue construido
en los años 20’, servía como un centro de reunión para todos.
Así,
un nuevo tren con su túnel para niños fue construido en 1932. Era un tren con
una pinta inocente, con una locomotora (mecánica) y tres vagones pequeños. El
tren daba vueltas antes de que hubiera un túnel.
Pero
he aquí donde la historia se pone extraña. Hubo numerosos casos de mortalidad
en niños ese año, todo pasó después de que los niños dieran un paseo por el
tren. Algunos niños desaparecieron en ese pequeño el túnel (como de cinco
metros), y otros después de salir quedaron en coma. Uno, al salir, estaba
muerto. Su vestido estaba cubierto de manchas de sangre, parecidas a huellas de
manos pequeñas. Otros se suicidaron al rascarse sus propios cuellos hasta
sangrar, y uno de ellos mató a otro niño antes de colgarse con un alambre de la
granja de su familia.
El
parque cerró, y la popularidad entre los turistas del pueblo se desplomó.
Recientemente,
un equipo de científicos fue enviado al parque. Pusieron una cámara de vídeo en
el tren colocándola con cinta adhesiva, poniéndole una nueva linterna, antes de
echarlo a andar.
Cuando
el tren entró y salió del túnel, estaba vacío, excepto por la cámara.
Los
últimos diez segundos no había nada, sólo estática, salvo por los sonidos de
risas de niños.
Botones
Sientes
una molestia en la garganta.
Intentas
toser y sacarlo, pero no puedes.
Luchas
por expulsarlo metiéndote los dedos, provocando el vómito, incluso bebes mucha
agua, pero por más que lo intentas, sigue atorado ahí.
Buscas
el envase de leche en el refrigerador y de repente estornudas. Algo pega el
suelo, es pequeño. Miras al piso y ves un pequeño botón con forma de una flor.
Miras entonces de nuevo hacia el envase de leche y notas la fotografía de una niña
perdida. Su blusa enseña los mismos botones.
Yo también lo escuché
Una
niña juega en su cuarto cuando escucha que su madre le llama desde la cocina,
así que corre por las escaleras para encontrarla.
Mientras
corre por el pasillo que lleva a la cocina, la puerta que está debajo de las
escaleras se abre y una mano jala a la
niña adentro. Era su madre, quien le susurró al oído “no vayas a la cocina, yo
también lo escuché”.
Con esto finalizo mi primera parte de Creepypastas, sin embargo, continuaré publicando en estos días y en las próximas horas, unos cuantos compilados de videos "extraños" que hay en la red. ¡Espero tengan un buen Halloween!
Hasta la otra entrada.
Dorothy
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