Lo bello de vivir

Esta clase de tema sonará muy trillado para muchos, puesto que, siendo tú alguien fatalista y pesimista, no hay nada que pueda hacerte cambiar de opinión, justo como a mí me sucede en algunas ocasiones, pero no esta noche. Empecemos pues, con las razones por las cuales vale la pena seguir con vida.

Siempre te mencionan el hecho de que vales mucho y nadie más que tú sabe si es verdad esto. No vengo a decirte que la vida no vale nada si tú no estás aquí con nosotros, pues a nosotros no nos interesa tu bienestar, no te conocemos y por lo tanto eres irrelevante en nuestras vidas. Sin embargo, mira lo que yace a tu alrededor: tienes familia, amigos, compañeros y camardas. Eres único en esta existencia. Piensa en las millones de combinaciones posibles que tus padres tuvieron al unir sus gametos, ¡y saliste tú! Investiga un poco de probabilidad y dime cuántas combinaciones existen. Es un número tan enorme que da miedo. Pero fuiste y nadie más. 

Si eso no te convenció en absoluto porque sigues sintiéndote miserable, entonces te invito abiertamente a que salgas un día a las nueve de la mañana y te pongas a caminar sin un rumbo exacto (pero ten cuidado, no te pierdas) y mira la gente que pasa. Todos se verán muy ocupados haciendo sus cosas, sin notarte, eso es un punto a favor tuyo porque te estás dando cuenta de algo muy curioso: todos están tan metidos en sus asuntos que no se han dado cuenta que, aparte de que estás sufriendo por dentro, hay algo que nos rodea... La casualidad, el azar, la vida. 

Mira el cielo y piensa exactamente qué somos nosotros de acuerdo al conocimiento que tengas. Somos humanos, sí, ¿pero qué es lo que nos hace ser nosotros? Pensar. ¿Qué más? Razonar. ¿Qué más, el mejor de todos? El conocimiento. Conoces el por qué estamos aquí, he de suponer. Somos la obra más extraña que haya existido. Somos la casualidad de hechos al azar. 

Retoma ahora lo que dije al principio. ¿Cuántas combinaciones existen para que  seas? Un número muy grande (no infinito), tan grande como el hecho de que el Universo sea y por lo tanto, seas. Así que, a pesar de que tus padres hayan decidido tenerte o no, eres la obra del azar. Así como nuestro Universo es tan enorme y misterioso, tú lo eres. Así como el Universo es tan enorme y bellísimo, tú lo eres. En ti existe un Universo el cual sólo tú conoces y lo mejor de todo es que, lo acabas de conocer.

Vive para disfrutar de las maravillas que aguardan las estrellas que nacen en tu ser. 

Vive para disfrutar de la belleza que es ver que otros vivan (sean o no de nuestra raza). 

Respeta, ama, adora, admira... Pero no solamente a todo lo que nace y muere a tu alrededor, sino también a ti. 

Abre los ojos.






Dorothy

Comentarios

Entradas más populares de este blog

From a lover to a friend

No existe el bien... ni el mal

Gente idiota