Museo de Arte Moderno. Remedios Varo: La dimensión del pensamiento
Para
empezar, conocer a Remedios Varo es conocer una mente llena de culturas, algo
más allá de lo que un ser humano puede estar al tanto, la sabiduría sobre lo
que es todo para el espíritu, desde el ocultismo hasta lo que se dedicó hasta
su muerte: el surrealismo.
María
de los Remedios Alicia Rodriga Varo y Uranga nació en España (Anglés, Gerona)
en 1908. Empezó su formación pictórica en la Academia de San Fernando de
Madrid en 1924. En 1932 se traslada a Barcelona y empieza a relacionarse con
los movimientos de vanguardia, participando en las actividades de ADLAN y en la
famosa exposición “Logicofobista” de 1936. Dos años más tarde, y de la mano de
Benjamin Péret, se traslada a París y se integra en el movimiento surrealista,
participando en sus actividades colectivas. Esta trayectoria determina
claramente el quehacer de Remedios, alejándose para siempre de las formas tradicionales
y en búsqueda constante de la sorpresa y el juego. A finales de 1941, Remedios
Varo y Benjamin Péret llegan a México, huyendo de los horrores de la segunda
guerra mundial. Y fue en este país, que no abandonó hasta su muerte, donde la
obra de Remedios se desarrolló más sólidamente, alcanzando la maestría y unidad
que la hacen inconfundible.
Durante su vida como
surrealista, se interesó por una gran variedad de cosas. El ocultismo es una de
ellas. Se propagó por la Europa del siglo XIX a través de doctrinas secretas,
de escuelas de espiritismo y el aprendizaje de religiones antiguas. Las
enseñanzas de pensadores como George Gurdjieff, quien se refirió a la
trascendencia del espíritu y el conocimiento de verdades ocultas, tuvieron
difusión en México a principios del siglo XX. Si bien Remedios no entabló
contacto directo con los grupos de Gurdjieff, su círculo cercano conoció de
sobra sus textos, muy apreciados entre la comunidad artística.
Quizá de tales influencias se desprenden las obras como El flautista (1955), Carta de Tarot (1957) o Tauro
(1962), que valoran la sabiduría antigua, a veces oculta, y recuperan las
creencias sobre lo intangible y lo espiritual.
Aparte de ser una
gran pintora, también era una gran lectora. En su biblioteca abunda la novela,
la poesía y el ensayo. Hay estudios políticos e historiadores como Jean Pierre
de Chabrol o Nikos Kazantsakis, el autos de El
pobre de Asís. Otros de sus libros abordan cuestiones mitológicas y
religiosas, o rinden homenaje a relatos medievales como Los siete cuentos góticos de Isak Dinensen, un libro que comparte
la obra de Remedios una atmósfera melancólica.
La huída (1961) es la última parte de un tríptico
que narra la historia de un grupo de mujeres que salen de su encierro en una
casa resguardada por pájaros. Una de ellas teje una trampa para huir con su
amante. Remedios no refiere ninguna influencia asociada a esta pieza, pero en
su biblioteca se halla Letras portuguesas
de Mariana Alcoforado, una monja que murió en 1723 y que cultivó un apasionado
amor hacia un oficial francés de quien quedó prendada tras verlo desde el
balcón del convento donde vivió toda su vida.
Aparte de los textos mitológicos y religiosos que Varo
concurría, también están los psicológicos. El concepto cartesiano del dualismo
mente-cuerpo fue ampliamente discutido por los filósofos de la Ilustración y,
más tarde, por psicólogos y estudiosos de la personalidad y conducta humana. La
idea del “inconsciente” abrió un nuevo horizonte.
En
1900 Sigmund Freud publicó La
interpretación de los sueños. Años más tarde, empleó el psicoanálisis para
explicar el fenómeno literario artístico. Muestra de ello son Dostoievski y el parricidi, Un recuerdo
infantil de Leonardo Da Vinci y El
poeto y los sueños diurnos, en donde se profundiza la relación entre
artista-obra. Por otro lado, Carl Jung y Alfred Adler concibieron los conceptos
de inconsciente colectivo y coplejo de inferioridad. En las obras de Remedios (Dolor y Dolor reumático I) se nota la presencia de estos autores.
Una de las piezas más famosas de Remedios es Mujer saliendo del psicoanalista (1960), una pieza llena de simbolismos: un cielo tormentoso, un pozo,
una mujer cubierta de largos ropajes que sostiene la cabeza diminuta de un
hombre por la barba y una canaste en la cual están una llave, un reloj y un
carrete de hilo. Remedios Varo la describió como: “Esta señora sale del
psicoanalista arrojando a un pozo la cabeza de su padre (como es correcto hacer
al salir del psicoanalista). En el cesto lleva otros desperdicios psicológicos,
como un reloj, símbolo del temor de llegar tarde, entre otras cosas. El doctor
se llama Dr, FJA (Freud Jung Adler)”.
Unos
de los fuertes vínculos entre las obras de Remedios Varo, es la alquimia. Su
interés por el tema se manifiesta en obras como Ciencia inútil o El alquimista (1955) y Creación de las aves (1957), donde juega con la idea del cosmos en
tanto que elemento primordial para la creación de la vida y la experimentación.
En
1947, tras separarse de Péret, se sumó a una expedición de ámbito científico en
Venezuela junto a su hermano Rodrigo. De eso quedan unos dibujos de mosquitos y
otros tipos de insectos. Después, participó en la exploración del río Orinoco;
el dibujo a lápiz de la obra que realizó a partir de este viaje ilustra la
forma en la que su trabajo integró la ciencia y la alquimia.
La
biblioteca cuenta con un buen número de volúmenes de Aldous Huxley, cuya obra
no siempre se muestra optimista con respecto a las relaciones entre el hombre y
la tecnología. Los avances tecnológicos fue un objeto de fantasía en cuadros
como Roulette (1955) y Nave astral (1960). Este último lo
describe Remedios Varo como “un hogar verdadero y armonioso, dentro de él hay
todas las perspectivas y felizmente se transporta de acá para allá: el hombre
dirigiéndolo y la mujer produciendo música tranquilamente”.
Pero
no solamente esta mujer se dedicaba a leer, sino que también llegó a escribir
desde una obra teatral hasta su propio diario de sueños, el cual puede ser
leído por todo el público. En él se cuenta muy maravillosamente su mundo
inconsciente, relatando en cada uno de ellos cuán surrealista la artista fue.
Sin
duda el mundo oculto de Remedios ha sido un completo misterio, pues tanto en
sus pinturas como en su biblioteca, todo lo que demuestra es ese lado profundo
que nos oculta nuestra cultura como seres humanos.
Comentarios
Publicar un comentario