Sin inspiración, un vacío

No sé qué clase de escritores sean ustedes al momento de plasmar sus ideas en un blog, en un diario, en sus cuentos, poesía, teatro o novelas. Yo sinceramente no he tenido humor para ponerme a escribir, sólo tengo vagas ideas en la mente, ideas que me servirán muy bien en mi novela y en futuros escritos, incluso me compré un cuaderno para tener un poco de motivación, pero está en blanco (miedo de todo autor).

Realmente no he tenido días buenos en este último año (desde mediados del 2013 hasta el día de hoy, a pesar de que mis sentimientos se hayan calmado). He tenido pensamientos de toda clase: desde abandonar todo lo que he logrado, renunciar a mi trabajo de escritora, eliminar todas mis metas, hasta deshacerme de mí misma de maneras muy bien detalladas. Sin embargo, gracias a la ayuda de mis pocos amigos y más que nada, de mí, he logrado salir poco a poco de este agujero, a pesar de que todavía esté asomando mi cabeza hacia la libertad

En estas semanas me motivé para leer aunque sea cantidades pequeñas de textos (al menos lo he hecho, porque realmente nada me nace). He leído a Borges, Wilde y Kant; en la FILIJ realicé mi compra anual, donde adquirí los "Diálogos" de Platón, una recopilación de cuentos de vampiros de la editorial Porrúa (cuya portada es HORRIBLE), que lo adquirí porque tiene a "Carmilla" de Sheridan Le Fanu y el cuentito de Polly Dolly (Polidori). Conseguí también "Ficciones" de Jorge Luis Borges de la editorial DeBolsillo, "El segundo anillo de poder" de Carlos Castaneda (el cual ansío leer) que pude comprar gracias a la ayuda de un muy querido amigo y, lo mejor de lo mejor, "La llegada del cometa" de Tove Jansson. Para aquellos que no sepan quién es esta maravillosa mujer, les recomiendo mucho ver la animación japonesa Muumilaakson Tarinoita (o Los Mumin, en español) y leer los libros (que son infantiles pero cualquier persona los disfruta de la misma manera), ¡también leer su biografía, sin duda! Dicha serie les va a traer paz en el corazón, la calma que a veces la gente de ciudad necesita.

Al punto que quiero llegar es que, a pesar de que tengo muchas cosas en mente para hacer, nada me nace. Siento un vacío en el pecho, en , siento que soy un conjunto vacío. Para aquellos lectores ocasionales, el mejor ejemplo que puedo darles es que siento que no tengo alma

Cuando ustedes hacen las cosas sienten amor y motivación, yo no siento ninguna de esas dos. Hago las cosas por costumbre, por seguir la rutina. Por ejemplo, voy a la escuela porque tengo que ir, no porque quiera ir. Me encantan las matemáticas, pero hasta el día de hoy no he sido capaz de sentarme en la sala de estudios y ponerme a leer para prepararme en el examen. No estudio, no leo, no escribo, no dibujo, no investigo... A duras penas logré escribir esta entrada. Sólo pienso en las cosas, pero no las hago. Me siento como una muñeca de porcelana que, cuando la rompes, no tiene nada dentro (no tiene órganos, huesos, músculos...).

Realmente no sé qué hacer para quitarme estas cosas de la mente. 

¿Qué puedo hacer para quitarme la desesperanza?






Dorothy

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